POLÍTICA LABORAL CABECISTA

POLÍTICA LABORAL CABECISTA

POLITICA LABORAL CABECISTA

«Quítate por que ahora me toca a mí»

Antes del 1 de octubre del año pasado, el 2016, las avanzadas del gobierno que ganó las elecciones en el Poder Ejecutivo de Tamaulipas, la mayoría de las diputaciones y Ayuntamientos municipales, invadieron las diferentes áreas de los tres poderes del Estado, para informarse de los sueldos y compensaciones de los principales puestos administrativos.

Empezaron al día siguiente que se dio a conocer que habían ganado, hecho que ni se lo esperaban,(hartazgo ciudadano) lo que empezaron a aprovechar en su beneficio; se abalanzaron en las diferentes oficinas gubernamentales, para ver que les tocaría.

Los equipos de transición del nuevo gobierno, hicieron contacto con los entonces funcionarios, para enterarse  de todo lo relacionado con los recursos financieros, materiales y humanos, con los que contaban, muy correctos algunos, los que encabezaban la transición, pero olvidaron controlar a sus equipos, pues estos, sin cuidar las formas, empezaron a filtrar rumores, de que todo lo que huela a PRI, se van porque se van.

Algunos jefes de equipo tejieron fino, los más experimentados en esos casos; pero otros se fueron, como vulgarmente se dice, «como moscas a la miel» no les importó atropellar derechos de antigüedad, pues arrasaron con todo, hasta los puestos de intendencia, que no por ser los más mal pagados, sean importantes.

Tradicionalmente, en los cambios de administración gubernamental, siempre habían ocurrido cambios en las diferentes dependencias y se presentaban las demandas laborales de rigor, aunque hubieran sido del mismo partido político; el nuevo Gobernador tiene el derecho a cambiar a todos los servidores públicos de confianza, no sólo él, también, el Presidente del Supremo Tribunal de Justicia y el Presidente de la Junta de Coordinación Política del Poder Legislativo, pero ojo, la Ley dice que los servidores públicos de confianza.

El problema del nuevo gobierno, es que no saben o no quieren entender, que no todos los servidores públicos son de confianza, un Jefe de Departamento no siempre es servidor público de confianza, esa categoría, según la jurisprudencia, no la da la Ley o el nombramiento, esto es, que aunque una ley diga que todos los jefes son de confianza, eso no es definitivo, sino las facultades que desempeñan.

La categoría de servidor público de confianza, según la Suprema Corte de Justicia, máxima autoridad para interpretar las leyes, es el que desempeña funciones de mando, de supervisión de otros servidores públicos, de representación directa del patrón, o sea, no todos son de confianza; imagínense un jefe de Biblioteca o de Archivo, ¿qué funciones de mando tiene?.

Me recuerda un anécdota de hace tiempo, resulta que una vez que fui a Tampico a visitar a mi gemelo enfermo, me estacione mal cerca del IMSS, y un Agente de Tránsito me infraccionó, quise charolear enseñándole una credencial de jefe de biblioteca del Congreso del Estado, y que creen, se burlo de mi.

Pero, lo grabe de lo que está sucediendo en Tamaulipas en estas fechas, es que, el nuevo gobierno está despidiendo sin respetar derechos laborales reconocidos por la Constitución. Tengo conocimiento de más de mil demandas de trabajadores de los municipios, y otros tantos del Gobierno del Estado; en caso de los Ayuntamientos municipios, éstos tendrán que pedir aumento de su Presupuesto, para estar en condiciones de pagar las indemnizaciones que por ley les obliga, todo porque no saben correrlos adecuadamente, lo hacen injustificadamente, y no sólo a estos deben indemnizar, sino también a los que hacen que renuncien aunque tengan más de 10 años de servicios, pues a estos, aunque renuncien, tienen derecho a una prima de antigüedad de 12 días por año laborados.

Los trabajadores despedidos injustificadamente, están acudiendo con abogados laborales, los que siempre le ganan al gobierno, pues los nuevos funcionarios despiden, para darle trabajo a su gente, por compromisos políticos de campaña, y las consecuencias es el pago de sumas millonarias, que a ultimas cuentas, se pagan con los impuestos de los ciudadanos tamaulipecos.

A lo que le apuestan, es a que la mayoría de los despedidos u obligados a renunciar, no reclaman sus derechos, sólo una tercera parte lo hace, pero como quiera le cuesta al Estado mucho dinero.

Lo que se le olvida a éste gobierno, es que, el próximo año tenemos elecciones federales y municipales, al menos el del municipio de Victoria seguirá siendo del PRI, seguramente se reelegirá Almaraz, pues la capital del Estado, donde están los poderes locales, la burocracia está sufriendo los embates de los vientos del cambio, no quieren saber nada de los cabezones.

Lo que se les sigue olvidando a los gobernantes actuales en Tamaulipas, es que, las autoridades laborales locales, están limitadas por las federales, pues en Juicios de Amparo les tumban los Laudos a favor del gobierno, simplemente, porque  la Constitución mexicana protege los derechos humanos de los empleados públicos, que son discriminados por filiación política, por no ser del PAN, el artículo primero hace que las demandas de los trabajadores procedan en su totalidad.

¡Consummatum est!

EDITORIAL